Encuentro en el Tercer Congreso de Metapoesia, Maracay, Venezuela
Por Elizabeth Di Renzo
La metapoesía me invitó a soñar que soy poeta.
Gracias a ella y sus enviados se dio lugar a la palabra.
En los espacios dedicados a su ejercicio, una fuerza soberana atravesó nuestra esencia, que se dedicó desde entonces al deleite del lenguaje con todas sus articulaciones.
De pronto la metaposeía representó la universalidad de la lengua.
Sobrecogidos por sus sonidos y a través de las transparencias vidriadas que nos rodearon el primer dia, nos fuimos sumergiendo poco a poco, en la magia que nos entregaba el color y el movimiento.
El florido apamate se desviste, se desnuda ante nuestras sorprendidas miradas para recibir la riqueza del pensamiento, espíritu creador que permitió la reunión de estas voluntades.
Mi espontáneo yo, la naturaleza, se maravilla.
Súbitamente una danza vital entre hombre y caballo nos rodea, y nuevamente la naturaleza irrumpe en exquisitos matices visuales.
Mágicos ventanales, que intentan invadir la palabra.
Nuestro primer dia, cierra con las voces oscuras, sublimes, que estimulan aún más nuestro pensamiento haciéndonos estremecer a todos, reventando en los aplausos.
La reflexión se apodera poco a poco de todos los que nos acercamos desvalidos ante esta nueva propuesta.
Ya desnudo, nuestro colorido apamate, cubre con su manto violeta la tierra que se confunde con las voces, y nos une en la ebriedad de profundas emociones y contenidos.
Continuamos al dia siguiente creciendo en cada uno de los que entregan sus emociones, sus amores, su historicidad. Los que aullan, los que sollozan, los que aman, todos en su magnánima generosidad, aportan los elementos que nos harán llegar a la metapoesía con la fuerza de los que construyen nuevos caminos hacia la eterna fantasía.
En el corazón de esta conjura sagrada, en la que metapoetas y seguidores nos unimos, se afianzan las bases de un largo camino entrelazado con un lenguaje común, se va tejiendo una profunda amistad. Corazones generosos, amplios y resueltos, dispuestos a seguir batallando en la búsqueda indetenible de esta propuesta poética .
El final de este encuentro nos permite disfrutar aún más de la calidez y elocuencia de Jorge y Karina, sellando en Bahia de Cata este andar que continuó en Maracay y seguirá por el Caribe.
Agradezco a todos los que intervinieron en esta actividad, la generosidad de haberme permitido compartir y disfrutar los ensayos, ponencias, metapoemas, las artes visuales que los acompañaron, en fin, todos aquellos textos fundadores que durante estos dias alimentaron las musas eternas y nos permitieron penetrar en el "discurso de un lenguaje escamoteado que hay que reinventar".
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